Sorprendiendo al Bully

Capítulo 45

Keira

Laura y yo entramos al salón de Jay. Era un salón de alta gama muy bonito. Todas las

paredes eran blancas. Había mostradores de mármol n***o. Las sillas eran negras y tenía espejos en las paredes con marcos plateados.

Tan pronto como Jay nos vio, nos hizo un gesto con la cabeza mientras terminaba de atender

a una señora mayor frente a él.

-Señora Castellano, su esposo la llevará esta noche a una cita cuando la vea, querida -le dijo Jay a la señora.

-Oh, tú, somos demasiado viejos para salir en citas -le respondió la señora.

-Oh, cállate, nunca eres demasiado viejo para ir en una cita. Además, la mejor parte de una

cita es la de besar. Querida, estarás besándote con tu esposo, créeme le dijo Jay. La señora

se rio.

-Chico, siempre me haces reír. Eres tan bueno haciéndome sentir bien a esta viejita.

-Entonces he hecho mi trabajo, señora Castellano. Te haré hermosa para que tu esposo

pueda hacerte sentir bien-dijo él.

Ella se rio y se levantó de la silla. Le dio palmaditas en el hombro y le dijo:

-No cambies nunca, chico.

Luego se acercó a la chica en la recepción.

-¡Dios mío, chicas, están radiantes! ¿Kiki les hizo faciales en el spa? Esa chica puede hacer que una bola de carbón parezca suave como el trasero de un bebé, te lo juro -dijo Jay a Laura

y a mí.

-Sí, esa es la que tuvimos. Sabe lo que hace -le señaló Laura a Jay.

-Déjame ver esas uñas. ¡Oh, rosas! ¡Me encanta! ¿Estamos listas para ir de compras? - expresó Jay entusiasmado.

Sonreí a Jay; no podías evitar sonreír cuando él estaba cerca.

-Creo que estoy lista le dije.

-Amiga, más te vale estar lista, porque ir de compras es como un rodeo. Una vez que te subes a ese caballo salvaje, te quedas montada hasta que estés lista para que te arrojen

+ Printi

Capitulo 45

habló Jay. Laura se rio.

-¿Qué demonios significa eso?

-Significa, queridas, que es hora de abrocharse los cinturones. ¡Tenemos muchas compras que hacer! -dijo Jay. Ambas nos reímos de sus palabras-. Andrea, cariño, me ausentaré el

resto del día. Cierra cuando termines con tu último cliente -le comentó a una chica en el

salón. Fue hacia ella y le dio un beso en la mejilla-. Chau, bebé, compórtate mientras no

estoy.

-No te preocupes, la tienda está en buenas manos. Ve a divertirte de compras - dijo la chica

de n***o a Jay y le dio un beso en la mejilla.

Salimos del salón.

-Chiquilla, me enteré de que recibiste algunos consejos muy anticuados sobre ropa. Cuando

terminemos hoy, ¡nunca más serás una cebolla! -me dijo Jay.

-¿Una cebolla? -le pregunté.

-Capas. ¿Nunca viste Shrek cuando Shrek le dice a Burro que las cebollas tienen capas?

Bueno, eso es lo que tienes, una cebolla. Necesitamos pelar esas capas -dijo Jay.

Solo Jay podía encontrar la película adecuada para cada momento.

-Claro -fue todo lo que logré balbucear.

Jay me miró y luego dijo:

-Creo que debemos empezar por

la capa más profunda, que es la base de todo. Necesitamos

ir a Victoria's Secret y que te midan.

-Espera, ¿qué? ¿Victoria's Secret? Ellos venden ropa interior y no tienen mi talla -le dije a

Jay.

-Chica, sí, es ropa interior. Te sorprenderías con las tallas que tienen -expresó Jay.

-No necesito un sostén le dije.

-Sí, cariño, sí lo necesitas. Vi tu sostén, es de una señora mayor y sale de una caja diminuta.

No creo que alguna vez te hayan medido correctamente. Y, además, hay una cosa que Victoria's Secret te dará y que el sostén de caja pequeña no puede — dijo Jay.

-¿Qué es eso? -le pregunté. No podía creer que estuviéramos hablando de sujetadores aquí

en la acera de todos los lugares.

-Un bonito sostén que hace lucir bien a los pechos y te hace sentir sexy. Toda mujer necesita

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Capítulo 45

sentirse sexy bajo su ropa. Y un bonito sostén hará exactamente eso. Así que tenemos que levantar esos pechos. Les gusta más que el vendaje quirúrgico que los ha estado estrangulando-manifestó Jay.

Mis ojos se abrieron ante su respuesta. Miré a Laura y ella encogió los hombros y

dijo:

-Tiene razón. Un buen truco para parecer más delgada es un buen sostén de soporte que

sostiene tus pechos.

-Oh, Dios mío, ¿podemos simplemente irnos para dejar de hablar de mi sostén

en la acera?

-Me sonrojé.

-¿Mi carro o el tuyo? -le preguntó Jay a Laura.

-Tengo una camioneta SUV -dijo Laura.

-El tuyo entonces, ¡podemos llevar más bolsas! ¡Vamos a hacer nuestras compras, amigas!

-dijo Jay.

Llegamos a la tienda y Jay habló con una mujer allí. Lo siguiente que supe era que me

estaban midiendo para un sostén.

-Así que, cariño, realmente eres una copa DD

no una copa D. Déjame traerte una talla 42DD

para que pruebes y sientas la diferencia -dijo la mujer. Asentí con la cabeza esperando que

regresaran.

-Por pura curiosidad, ¿cómo conseguiste tu talla antes? -me preguntó Laura.

-Mi mamá me llevó a una tienda. Sacó sujetadores de la caja y los sostuvo frente

a mí.

Parecía que me quedaba bien, así que eso es lo que compré le dije a Laura.

-Entonces nunca te han medido realmente, ¿verdad? -me inquirió Jay.

-No, no sabía que eso es lo que se hace -les dije.

La mujer regresó con un sujetador y me dejó en el probador para que me lo

probara. Me

sorprendió, se sentía más cómodo y no me estaba pellizcando.

-Cariño, ¿estás lista? -me preguntó Laura.

-Sí, estoy lista -le dije.

Laura abrió un poco la puerta del probador para mirar y asintió con la cabeza.

-¿Cómo se siente? ¿Sientes que te está dando soporte?

-Sí, siento que no estoy pellizcada -le dije a Laura.

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Capítulo 45

-De acuerdo, amiga, quiero que pruebes este otro para que veas cómo funcionan diferentes. sujetadores -dijo Jay mientras apartaba a Laura para entregarme un sujetador de encaje

rosa.

Cerré la puerta y me probé el sujetador rosa que Jay me entregó.

-Ok, me lo puse -dije, esperando que Laura metiera la cabeza en el probador, pero no, fue

Jay.

-De acuerdo, cariño, eso se ve fabuloso en ti. Solo necesita un pequeño ajuste

dijo Jay mientras agarraba las correas para ajustarlo. Luego hizo lo mismo con el otro. Eso no fue lo que me sorprendió. Puso sus manos en mis pechos y los levantó

un poco. -¡Jay! -grité.

-Relájate, no estoy aprovechándome y además no eres mi tipo. Ahora, esa es una manera mejor de verte a ti misma. ¿Ves cómo, con los pechos bien levantados en lugar de solo estar ahí colgando, tienes un torso más largo? Miré en el espejo y pude ver que mi cuerpo se veía diferente.

-Sí, Laura tenía razón, parezco un poco más delgada -le dije a Jay.

Él asintió con la cabeza y dijo:

sostén

-Necesitas las capas correctas y la capa uno es la base: y la ropa interior.

Necesitas el soporte adecuado primero para lucir bien. Y ese sostén de abuelita que tenías, eso es precisamente, un sostén de abuelita. No da soporte a nada. Esto es lo que necesitas. Puedes ver que hizo la mayor diferencia.

Jay salió del probador y habló con la mujer. Volvió con otro sujetador similar al que tenía

puesto, pero este era blanco.

-Cariño, pruébate esto, pero quédatelo. Jana quitó la etiqueta para que podamos comprarlo; lo llevarás puesto me dijo él, así que hice lo que dijo y salí del probador.

Terminamos comprando tres sujetadores: el blanco que llevaba puesto, uno n***o

y uno rosa.

Además, también compré algunas bragas.

-Nunca me di cuenta de que tenían mi talla ahí -les dije a Laura y Jay mientras salíamos de

la tienda.

-Bueno, nunca muestran modelos de tallas grandes. Muestran a estas modelos estilo Barbie en ropa interior, lo cual es engañoso para el público -dijo Laura. -Solo quieren sexualizar un conjunto de sostén y bragas, así muestran a mujeres con pechos

* Points

Capítulo 45

grandes y ¡boom!, los hombres se convierten en plastilina. Los pechos son la clave para hacer

que un hombre haga algo dijo Jay. Laura se rio.

-¡Eso es tan cierto! Tuve una pelea con mi esposo sobre de qué color pintar las

paredes de la

casa de la piscina. Yo quería un azul suave, él quería un color amarillo. Le mostré los pechos

-dijo Laura.

Jay se rio y dijo:

-¡La casa de la piscina tiene paredes azules! ¡Así se hace, amiga! ¡El poder de

los pechos!

Jay se chocó los cinco con Laura.

Les lancé una mirada de reojo y dije:

-Bueno, yo no tengo ese poder.

-Todavía no, pero créeme, algún día lo tendrás. Verás, si quieres algo de un

hombre, tus pechos serán tus amigos. -Jay me guiñó un ojo mientras decía eso.

Entramos a una tienda llamada Torrid. Pasé las próximas dos horas probándome ropas que

Laura y Jay me daban.

Odiaba probarme ropa en público, pero ellos lo hacían divertido. Algunas de las

ropas que elegían y no les gustaban, hacían comentarios y se burlaban del color o algo así.

Luego Jay dijo algo en un idioma que no tenía idea de qué estaba diciendo, pero parecía

emocionado. Su emoción era contagiosa.

-¡Esto! ¡Esto es el conjunto en el que puedo sentirlo! Tiene un gran corte y me encanta esta silueta. ¡Esto hará que los chicos digan «miau»>! Ve, cariño, pruébatelo y sorpréndenos con eso

-dijo Jay.

Me probé este vestido. Tenía un aspecto retro, lo cual me gustaba. Lo único en lo que no

estaba segura era de que no tenía mangas.noveldrama

Salí del probador con el vestido y Jay dijo:

-¡Dios mío! ¡Sí! ¡Ese es el vestido! ¡Estás espectacular con él puesto!

Miré el gran espejo de tres lados que tenían y realmente me encantó lo que vi.

Este vestido realmente se veía muy bien en mí, pero aún no estaba segura de las

mangas.

-¿Qué pasa que no te gusta? -me preguntó Laura.

-No tiene mangas. Realmente me gusta, pero no tiene mangas -dije.

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Capítulo 45

-Chica, ¿a quién le importa? Así que estás mostrando tus brazos... espera aquí

mismo -dijo

Jay.

Él salió de la tienda. Me volteé hacia Laura y dije:

-¿Qué va a hacer?

-Conociendo a Jay, quién sabe, pero tiene razón, te ves tan bien en ese vestido.

No debería importar si es sin mangas. Todos tenemos brazos flácidos -dijo Laura.

Jay volvió a la tienda arrastrando a un tipo y dijo:

-De acuerdo, danos tu opinión sincera. ¿Se ve bien con eso o no? ¿Debería comprarlo? ¿Te importa que no tenga mangas?

Mis ojos se abrieron mucho; no podía creer que Jay realmente hubiera ido a buscar a un hombre desconocido para que entrara en la tienda a decirme si me veía bien en un vestido. Pude ver de reojo que la chica de la tienda trataba de

ocultar su risa. Creí que me iba a morir

de vergüenza.

-Se ve bien. No, no me importa que sea sin mangas -respondió él-. Es un bonito

vestido en ella dijo el hombre a Jay. Luego se volteó hacia mí-. Te ves muy bien en ese vestido.

-Gracias, ves que te dije que se ve genial -dijo Jay. Luego se volteó hacia el hombre-. Gracias por tu servicio, puedes continuar con tus compras. El chico se rio.

-Gracias por rescatarme de tener que cargar el bolso de mi esposa. Ella me

creerá, pero en serio, escucha a este hombre, Chica. En realidad, te ves bien. Se giró y salió de la tienda.

-¿De verdad fuiste y conseguiste a un extraño en un banco para que viniera aquí

a decirle que se ve bien? -le preguntó Laura a Jay. Él encogió los hombros. -Ella necesitaba escuchar de un hombre que se ve bien. La vendedora no funcionaba porque pensaba que solo quería una venta. Así que encontré a alguien al azar y funcionó -explicó

Jay.

La vendedora se estaba riendo y dijo: -Sabes, aquí recibimos a muchas mujeres que no están seguras acerca de la ropa como tú, pero creo que esa fue la primera vez que vi a alguien simplemente traer a una persona al azar para decirles que se ven bien. ¡Eso fue brillante!